El domingo recorrí todo el centro por el día del patrimonio cultural, estaba muy cansada y hambrienta, cuando nos íbamos devolviendo para tomar la micro, mi hermana me preguntó si tenía hambre, le respondí que sí y entramos en un lugar donde vendían pasteles y esas cosas, ella se compró una empanada y una bebida y me compró a mi dos muffins de chips de chocolate y una bebida, mientras estaba esperando las cosas, mi hermana se fue a sentar y me quedé junto a una señora, de repente llegó un hombre, muy sucio, con el pelo largo y con mucha barba, se notaba a lo lejos que era un vagabundo, él metió la mano en su bolsillo y pude notar que andaba con quinientos pesos, nada más, me miró y yo le sonreí, él le pidió cien a la señora que estaba a mi lado, ella le hizo un desprecio y dijo “que hediondo está aquí” y él solo bajó la mirada, busqué en el bolsillo de mi camisa y tenía solo cincuenta pesos y se los dí, él volvió a sonreírme y me dio las gracias, me entregaron las cosas y me fui a sentar con mi hermana, mientras comíamos, los que atendían el local querían echar al viejito y él tenía sus ojos llorosos y dijo “solo quiero comprar algo para comer, mire, tengo dinero”, pero la vendedora y la señora que hace un rato estaba al lado mio insistían en que se fuera, le pedí quinientos pesos a mi hermana y ella me dijo “no hagay hueas”, empujé a la vieja culia y ella me dijo “niñita desubicada, andate de acá” y mi hermana se paró y le dijo “más respeto señora” y yo le dije “Qué chucha se creen ustedes? no pueden llegar y tratar así a una persona, él tiene sentimientos, aunque esté todo sucio, estoy segura que él tiene más sentimientos que tú, vieja culia cuica” fui donde la cajera y le pedí una empanada, ella no quería dármela y mi hermana amenazó con llamar a los pacos que estaban a menos de una cuadra, así que me la vendió y yo se la entregué al viejito y le dije “No puede dejar que la gente lo ande tratando así” y él me dijo “tome, me puede comprar un quequito y un pancito para mis perritos? es que no comen hace días, prefiero que coman ellos antes que yo” y ahí mi corazón se rompió… me pasó los quinientos cincuenta pesos que tenía y le pedí más plata a mi hermana, le compramos un té, dos queques y dos panes con jamón y queso, él me lo agradeció infinitamente, yo lo abracé y él se marchó, unos cuantos pasos más allá, yo y mi hermana notamos como dos perros se le acercaban alegres… Jamás en toda mi vida había visto unos ojos con tanta alegría como los de ese hombre ese día…
martes, 28 de enero de 2014
O.O!
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Don't fucking cry , don't fucking cry :'C
ResponderBorrarq clase de dios eres paxus q permites eso¡¡¡¡¡¡
ResponderBorrarpor cierto lo pondre en mi fasebuuq eee jajaj
ResponderBorrarEstas historias hacen que me de impotencia que la gente seamos tan superficiales pero también me da gusto saber que hay personas que aún ayudan a sus semejantes... Si todos cambiáramos nuestra actitud este mundo sería muy diferente.
ResponderBorrarwow esta historia si que me hizo llorar!!!!!
ResponderBorrarQue padre poder luchar por los derechos de los demás!
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