viernes, 31 de enero de 2014
Premio al padre del año si no fuera por el besito del final
1 comentario:
Haciendome wey en la chamba..
31 de enero de 2014, 9:29 a.m.
La pendejez humana no tiene limites....con tremendo golpe pudo tener factura de cráneo ese niño.
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La pendejez humana no tiene limites....con tremendo golpe pudo tener factura de cráneo ese niño.
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