esas no son cosas de Dios... son cosas del mismisimo demonio, recuerdo cuando jugaba volei y ahora no puedo brincar ni un kilo de tortillas desparramado
con resortes en las patas
esas no son cosas de Dios... son cosas del mismisimo demonio, recuerdo cuando jugaba volei y ahora no puedo brincar ni un kilo de tortillas desparramado
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