Una bola golpeada en en punto A en cualquier dirección, a cualquier velocidad nunca entraría en el punto B. La bola de cualquier elasticidad podría rebotar para siempre, pero nunca llegaría a B.
Una idea similar fue presentada por Ernst Straus en los 50’s. ¿Toda habitación en la que hay espejos convenientemente situados puede ser iluminada por una sola vela? Finalmente, en 1997, D.Castro mostró la figura que se puede ver arriba. Demostró que si una vela se situa en el punto A y la habitación estuviera llena de espejos y tu te situaras en el punto B, nunca verías el reflejo de la vela. La luz, como la hipotética bola de golf, solo viaja en lineas rectas y no existe ningun camino recto para ir desde el punto A al punto B.
Esto es que si hay una luz en el punto A, aunque la habitación estuviera llena de espejos, no verías absolutamente nada, verías solo negro.
Aunque esto parezca contraintuitivo, es así (por supuesto en condiciones ideales).
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