miércoles, 20 de julio de 2011

Caja para dueños de gatos muy perros



El mundo esta dividido en dos tipos de personas, los amantes de los perros y los amantes de los gatos.

Los perros son obedientes, sumisos y cariñosos de manera incondicional. No importa lo que les hagas, ellos te quieren igual. Los gatos son elegantes, independientes, te querrán mientras tu los quieras y serán cariñosos cuando ellos quieran, sería el equivalente en el mundo de las mascotas a una novia británica.

Los gatos son muy aseados y utilizarán su caja mientras esté limpia, pero si está sucia hallarán un rincón, que de manera obligatoria será de difícil acceso, para aliviarse, y todos sabemos que los orines de gatos generan un hediondo olor que se agarra a tus fosas nasales como Anne Nicole Smith (RIP) a su octogenario marido Howard Marshall (también RIP). Qué bonito es el amor, el amor verdadero, y no creo que nadie dudase del amor de Anne por el dinero. ¡Ostras! me ha salido un pareado.

Para facilitar la desagradable tarea de la limpieza tenemos la caja de la arena de 21 días, una caja que con unos sensores detecta las deposiciones del felino y activa un rastrillo automático que las empuja a un receptáculo, lo que permite que la arena aguante limpia hasta 21 días, con el consiguiente ahorro de tiempo, dinero y trabajo. Sin tener en cuenta que nuestro atractivo personal también ganará enteros. Nadie, absolutamente nadie, es “glamouroso” cargando un saco de arena para gatos.

La caja de arena cuenta con un contador LCD que nos indica el número de usos que ha tenido, lo que nos permite controlar con mayor exactitud si el tránsito intestinal de nuestro gato es el correcto, y programar el tiempo de espera entre la detección y el paso del rastrillo entre 5, 10 y 20 minutos, no sea que nuestro gato sea de los remolones y le demos un susto.

Siguiendo la costumbre de buscar usos alternativos a los productos creo que , ahora que en España está prohibido fumar en bares y restaurantes, sería muy útil en la entrada de los mismos, sustituyendo los ceniceros donde se acumulan las apestosas colillas, así estarían las cajas de arena limpita y siempre podrían darle una alegría a un gato callejero.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario