Por que Noe no Construyó el Arca
En aquel tiempo el Señor le habló a Noé y le dijo:
“Dentro de 6 meses, haré llover cuarenta días y cuarenta noches, hasta que toda la tierra sea cubierta de agua y que toda la gente mala sea destruida. Pero, quiero salvar a los buenos y a dos criaturas de cada clase Viviente en el planeta. Te ordeno construir un arca.” Y, entre rayos y centellas le dio las instrucciones de lo que debía hacer.
Mientras, Noé, tembloroso, sólo atinaba a decir: “Está bien Señor. Okey, okey.”
“Dentro de seis meses ¡iniciará el Diluvio!” tronó el Señor. “Más te vale tener el arca lista a tiempo, o aprende a nadar por el resto de tu vida.”
Pasados los 6 meses, el cielo se nubló de golpe y el diluvio comenzó. El Señor se asomó entre los negros nubarrones y pudo ver a Noé llorando en el patio de su casa y no vió ninguna arca.
“¿Dónde esta el arca, Noé?” preguntó Dios, furibundo.
“¡Perdóname, Señor!” suplicó el pobre hombre. “Hice lo que pude, pero encontré grandes problemas.
Todo empezó al tener que obtener un permiso de construcción y pagar unos impuestos altísimos para poder sacar los planos. Después de eso me exigían que el Arca tuviera un sistema de seguridad contra incendios, lo que pude arreglar sobornando a un funcionario. Entretanto, los vecinos se quejaron de que yo estaba construyendo el arca en una zona residencial y, en eso, perdí varios meses en visitas inútiles al Ayuntamiento. Además, no contar con una Acta Constitutiva y un Poder Notarial que me acreditara como representante legal tuyo, complicó aun más todos los trámites que a continuación te platico:
Con la Secretaria de Hacienda fue otro desmadre, perdonando la palabra, ya que por tratarse de un proyecto de gran magnitud, no nos quiso registrar como causantes menores ni como asociación civil sin fines de lucro, sino como causantes mayores con actividad empresarial, por lo que teníamos que cobrar a los animales boletos para el viaje con el IVA (Impuesto al Valor Agregado) desglosado por una máquina registradora certificada en los laberintos de la misma Secretaría.
¡Cuál sería mi sorpresa cuando recibimos una notificación del SAT (Servicio de Administración Tributaria), por un adeudo ya con multas y recargos por efectuar el tramite extemporáneamente!
Mas el problema fue conseguir suficiente madera para fabricar el Arca, pues la PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) no quiso entender que se trataba de una emergencia. Y, cuando dije que eran órdenes tuyas para salvar a la especie humana y a los animales, me preguntaron si yo estaba loco ¿o qué?
Entonces aparecieron los Sindicatos del PRI (Partido Revolucionario Institucional) que, apoyados por la Secretaría del Trabajo, me exigían dar empleo a sus carpinteros aliados.
Mientras tanto, comencé a buscar los animales de cada especie y tropecé con la SEMARNAP (Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca) que me obligó a llenar muchísimos formularios y pagar otros tantos impuestos. También pidieron la elaboración de un ‘Estudio de Impacto Ambiental’ en la zona, en el estado y en el país; así como en las galaxias más cercanas a nuestro sistema solar. Y, después de entregar 25 Kgs. de papel, me devolvieron todo porque la nebulosa de Orión no cuenta con la CURP (Clave Única de Registro de Población).
Para poder darles de comer a los animales durante su estancia en el Arca, hubo que tramitar ante Secretaría de Salud el permiso correspondiente, quedando pendiente la auditoría a las instalaciones donde se prestaría el servicio.
Protección Civil, por su parte, me pidió un plano de la zona que iba a ser inundada, con linderos y medidas. Les envíe un globo terráqueo y ¡casi me matan!
La SCT (Secretaría de Comunicaciones y Transportes) exigió que al Arca se le sacara un registro como SPF (Servicio Publico Federal) para poder navegar por los canales de peaje y, ante Tránsito, hubo que tramitar las placas correspondientes; así como su verificación, a pesar de no tener motor.
Por ultimo, la Policía Judicial Federal me hizo un allanamiento, dizque en busca de drogas y me desbarató lo poco que ya había logrado avanzar en la construcción del Arca…”
Entonces, el cielo empezó a despejarse, salió el Sol y un arco iris iluminó el firmamento.
“¿Quiere esto decir, Señor, que ya no vas a destruir la Tierra?” preguntó Noé, asombrado.
“No,” respondió una voz entre las nubes. “Ya el Gobierno Mexicano se está encargando de eso.”